Vino blanco, vino tinto y espumoso: ¿cuál es la temperatura ideal y el método correcto para conservar tus botellas? Aquí tienes unos consejos
La vinoteca ya se ha convertido en una de las principales soluciones para conservar nuestras botellas de manera elegante y duradera. No es raro, sin embargo, no saber a qué temperatura programarla para conservar correctamente el vino sin estropearlo y ofrecerlo siempre en perfecto estado y fresco a tus invitados. No todos los vinos tienen las mismas características y, para conservar su sabor, es bueno tener en cuenta todos los aspectos. Así que aquí tienes algunos consejos útiles.
Cómo conservar el vino tinto
El vino tinto tiende a ser un vino con cuerpo y se debe prestar especial atención a la temperatura de conservación en la vinoteca para evitar que se estropee. Por lo general, el vino tinto se conserva a una temperatura comprendida entre 12 °C y 16 °C. Algunos vinos, sobre todo los tintos más jóvenes, también se pueden conservar a una temperatura más baja, sin embargo, ningún vino tinto debería conservarse nunca a menos de 11 grados ni a más de 18.
El vino tinto es delicado y debe conservarse de forma correcta para evitar fenómenos de precipitación del vino, entre ellos sedimentos en el fondo, refermentaciones, oxidación o evaporación del alcohol.
Cómo conservar el vino blanco y el rosado
El vino blanco se conserva a una temperatura muy diferente que la del vino tinto. Al contrario que este, se puede enfriar un poco más y la temperatura ideal para un vino blanco tranquilo se sitúa entre los 8 y los 12 grados. Para los vinos espumosos, el límite para degustarlos agradablemente se encuentra alrededor de los 10 grados.
Los vinos rosados también son un tema aparte. La temperatura óptima de conservación se sitúa entre los 10 y los 12 grados, pero también se pueden servir menos fríos, entre 12 y 14 grados.
Otros consejos para conservar perfectamente el vino
La temperatura es sin duda muy importante para conservar correctamente el vino en la vinoteca, pero hay otras cosas a las que puedes prestar atención como, por ejemplo:
- Posición: si quieres conservar una botella durante mucho tiempo, colócala en posición horizontal para que el corcho permanezca en contacto con el vino y no se seque.
- Luz: la vinoteca y el vino nunca deben exponerse a la luz del sol, ya que podría dañar las botellas y oxidar la bebida.
- Humedad: aunque estén cerradas, las botellas de vino no están exentas de evaporación. Por eso es recomendable que el grado de humedad esté entre el 80% y el 85%.
- Ambiente ventilado: la habitación donde guardes el vino no debe tener vibraciones y debe estar bien ventilada, así se evitará que el vino absorba olores.
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Después de estos consejos, ¿cómo renunciar a una vinoteca para conservar tus botellas?