Métodos de conservación de los alimentos de verano.
Con la llegada del verano, también llegan los alimentos de temporada. Sabemos que hoy en día es muy fácil encontrar cualquier ingrediente todos los días del año, pero consumir alimentos en su estación natural siempre es una buena práctica. En esta guía te mostraremos cuáles son los principales grupos de alimentos de verano, sus propiedades y cómo preservarlos mejor para evitar desperdicios. ¡Recuerda no sobreestimar las cantidades cuando compres y compra solo lo que seguro que puedes consumir!
Cereales
Los cereales son imprescindibles en una dieta saludable y variada. Gracias a su valor nutricional rico en vitamina B, minerales, fibra y proteínas, se encuentran entre los alimentos más consumidos del mundo. Durante la temporada de verano, el protagonista es sin duda el maíz, que se puede utilizar de varias maneras, sin olvidar la cebada, la espelta, la avena y el centeno. Para conservar mejor los cereales, es aconsejable guardarlos en frascos cerrados, en un ambiente seco y a una temperatura que no exceda los 15 °C.
Verduras y hortalizas
Las verduras y las hortalizas son alimentos clave en nuestra dieta: ricas en fibra, también contienen potasio y magnesio. Con la llegada de la temporada de verano, hay algunas verduras deliciosas que resultan excelentes para ensaladas o para dar un toque especial a tus platos. Destacan las acelgas, la achicoria, el pepino, los guisantes, los tomates, las berenjenas y los rábanos. A finales de agosto, también llegan las calabazas y las espinacas. Al guardarlas, es recomendable secar bien las verduras después de lavarlas antes de ponerlas en el frigorífico para evitar que se deterioren rápidamente. Otro consejo es almacenar la fruta y la verdura en dos partes separadas del frigorífico. La única excepción se refiere a los tomates, que durante el verano deben mantenerse fuera del frigorífico pero lejos de la exposición al sol.
Frutas
La fruta es la verdadera estrella del verano. Con las cálidas temperaturas de esta estación, estos elementos ricos en agua y bajos en grasas representan un excelente y saludable refrigerio, ideal para cualquier momento del día. Entre sus muchas propiedades beneficiosas, la fruta es rica en fibra, reduce el colesterol y facilita la digestión. Por lo general, las frutas de verano son las frutas rojas (las cerezas y las fresas entre ellas) los albaricoques, los melocotones, los higos, las sandías y los melones. La fruta se debe guardar en el frigorífico, preferiblemente en la parte media, donde la temperatura es menos fría, con el objetivo de salvaguardar su estado de conservación durante el mayor tiempo posible.
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